Nueva exposición textil aborda la diáspora africana en la galería SF

La elección de telas de Tillman le da a cada modelo un carácter distinto, acentuando su cabello y uñas con sutiles bordados y abalorios.

El acolchado y el bordado han sido marginados durante mucho tiempo como trabajo doméstico o “trabajo de mujeres”, en el mejor de los casos apreciados como arte popular. Pero estas artesanías están encontrando su camino hacia las bellas artes y una nueva exposición en una galería de Market Street es un ejemplo brillante.

La exposición individual de la artista Adana Tillman, radicada en Atlanta, "I Am Everyday People", en Jonathan Carver Moore, traspasa los límites del arte textil en una serie de retratos acolchados de personas negras, solas y en grupos, que están llenos de colores vibrantes y alegría. .

Utilizando una variedad de telas encontradas y teñidas a mano, Tillman aborda la diáspora de sus sujetos al retratar un tejido social tejido en todo el mundo. Es una unidad que se refleja en muchas de sus composiciones.

En “The Block is Beautiful”, cuatro jóvenes se apiñan hacia el centro de la composición. Sus camisetas sin mangas y chalecos resaltan sobre el fondo acerado en tonos brillantes de naranja, morado y azul. “Authenticity” retrata a un grupo de cuatro mujeres sobre un fondo malva, sentadas y de pie en posturas relajadas, igualmente adornadas con patrones geométricos y teñidos anudados.

La complejidad visual de las figuras de Tillman proviene de los patrones de tela de los que están hechas (ninguna de ellas posee rasgos faciales), pero eso no disminuye su individualidad. En cambio, pone especial énfasis en cómo la moda y el estilo personal ya son formas importantes de identidad.

La elección de Tillman de las telas que utiliza para retratar a sus sujetos (brillantes y estampadas para la ropa, tonos de negro y marrón para la piel) le da a cada uno un carácter distinto, mientras que ella acentúa su cabello y uñas con sutiles bordados y abalorios.

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Cada tapiz late con tanta exuberancia como la canción con la que comparte título la exposición, una canción de Sly and the Family Stone sobre la diversidad y la aceptación social. Tillman transmite esta unidad a través de la cohesión de sus composiciones, creando armonía en su disposición de patrones dispares, ya sea que muestre un grupo de personas relacionándose entre sí o los individuos en sus retratos relacionándose directamente con el espectador.

“Billie”, un retrato de la abuela de Tillman, muestra a una mujer sentada en un sillón hecho de una tela a rayas realzada con diseños florales. En “Unwind”, un autorretrato, Tillman se muestra recostada en un sillón hecho de la misma tela que el de “Billie”, un guiño sutil a su relación familiar y tal vez incluso al conocimiento intergeneracional de los textiles. Estas piezas rezuman la comodidad de una manta favorita, de estar envuelta en los brazos de un ser querido.

También se exponen otras formas de relaciones íntimas.

“Slow Drag” presenta a una pareja bailando sobre un fondo teñido anudado de color rosa brillante, con las caderas girando una hacia la otra. La mano del hombre descansa sobre la cadera de la mujer, su brazo y pierna saltan hacia el espectador con una dimensionalidad explosiva. La composición es dramática y los patrones rítmicos, ondulantes con un movimiento y un deseo que casi puedes sentir.

Pero eso podría decirse de toda la exposición: uno no ve esta exposición sino que la siente. Esto se debe en parte a que la tela ofrece una asociación física inusual en las artes visuales. También se debe a la maestría con la que Tillman provoca emociones a través de su medio, y esa es la forma más elevada de creación artística.